martes, 1 de septiembre de 2009

Polonia

Si bien el precario estado vial de las carreteras polacas no hacía adivinar ninguna diferencia con respecto a sus vecinos ex soviéticos, bastó con entrar a Varsovia para entender que Polonia entró en el capitalismo desde hace más tiempo, o al menos a mayor velocidad.

Grandes comercios, publicidades de películas de Hollywood y ropa de diseñador se ven en la avenida principal, entre construcciones modernas, como si hubieran estado siempre. Y los polacos consumen con total naturalidad, también. Desentonando con toda el área comercial, está el Palacio de la Cultura y la Ciencia, gigante rascacielo traído de otra època, y que, habiendo estado en Moscú, se lo reconoce enseguida como uno de los "caprichos" de Stalin. No estuve, lamentablemente, demasiado tiempo en Varsovia, pero ese gigante es el único edificio en el centro que da la pauta del pasado soviético. Obviamente, al estilo estalinista: no podía ser menos que un edificio gigante.

Caminamos por el ghetto, que hoy por hoy es una zona residencial en crecimiento y conserva sólo algunos vestigios recordatorios, y terminamos en la Plaza Pilsudski , viendo las ruinas del palacio Brühl y que hoy tienen a la tumba del soldado desconocido. Contábamos con un plano de la ciudad muy escueto, y pasamos muy cerca del centro histórico de la ciudad sin saberlo. De haberlo permitido los tiempos, le hubiera dedicado un día más a Varsovia, pero bueno, elviaje debe continuar... esperemos que la vida me de una revancha con Polonia!


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