domingo, 28 de junio de 2009

La gripe A

Respondiendo a algunas preguntas planteadas acerca de la paranoia de la gripe A, va el relato de nuestra experiencia como grupo.

En total, hasta ahora, la gripe ha cobrado 4 víctimas dentro de nuestro grupo... "víctimas", si se quiere.

La primera fue María José, que quedó aislada en Cuba varios días por presentar síntomas de gripe común. El resto del grupo fue llevado a México por un avion mexicano llamado especialmente, y María se les unió después, tras un garrón de un par de días de internación.

Los controles de Beijing eran muy estrictos, controlaban la fiebre persona por persona antes de que bajaran del avión. Luciano no pudo disimular su fiebre y sus síntomas gripales (de nuevo, gripe común) y fue llevado en cuarentena... la cosa es que Federico fue internado también, sano y sin fiebre, pero sólo por si acaso, porque estaban sentados juntos. Comerse el choclo de estar 2 días internado en China poruna enfermedad que no es ya es bastante malo, pero peor es comerse el choclo estando sano!

Pero ninguno fue tan célebre y mediático como el ultimo caso, el de Miguel. Miguel la quedó en el control de fiebres a la entrada de Varanasi, India. La prensa local enloqueció con él, y publicó en primera plana que había un caso internado de posible gripe A, de un turista uruguayo. Para agregar melodrama, dijeron que su novia jamás se despegó de él ni soltó su mano... y era la chica de la agencia de viajes. Cuando le dieron el alta, estaba lleno de fotógrafos, y dijeron que fue falsa alarma. Hay por ahi una foto del diario local que cuenta la historia. Lo más gracioso fue la visita al Ganges al dia siguiente, porque mucha gente lo reconoció "Miguel, Miguel!", y se morían por sacarse fotos... toda una celebridad local!

La ciudad excavada

La visita a Jordania era relámpago, de hecho, fue un chanchullo que hicimos con la escala para llegar a Turquía, para poder conocer Petra. La aerolínea nos alojó por ser pasajeros en tránsito, y excursión mediante, partimos para Petra, la ciudad perdida, construida por los Nabateos hace más de 2000 años, abandonada durante el imperio romano y redescubierta en el siglo XIX.

Creo que todos estuvimos de acuerdo con que fue una de las cosas más hermosas que hemos visitado (y si bien nos queda mucho viaje por delante, con lo que hemos visto ya, es decir mucho). Los colores, el cielo, el paisaje… los templos excavados… tenía grandes expectativas de Petra, y fueron superadas. Estábamos los fans de Indiana Jones, estaban los que vieron alguna foto en internet, y los que siguieron a la masa sin saber qué iban a ver, y todos quedamos boquiabiertos por igual. Mi cámara se quedo muerta sin batería en el momento en que llegamos a la puerta, decimos con Marcelo que se infartó ante tanta belleza. Qué tesoro tiene Jordania. No creo que las fotos puedan reflejar lo que relato, pero espero que sirvan al menos para ilustrar.


India, segunda parte

Tras una semana de visita en Nepal, regresé a la India. Primero fui a Varanasi (o Benares), ciudad famosa por sus templos a las orillas del Ganges, río sagrado para los hinduistas, quienes están obligados a bañarse en él al menos una vez en la vida.

Fuimos en la noche y vimos unas ceremonias fúnebres. La música es envolvente y mistica, y como siempre, lleno de color, de flores, y juegos con el humo y el fuego. Hermoso pero solemne a la vez, y para mí, muy emocionante. Me emociono con la devoción en masa. Fue una paz muy especial. Regresamos al día siguiente para el amanecer, y nos avisaron que podíamos quizás ser muy sensibles a lo que íbamos a ver. Vimos a la gente velar y cremas a sus muertos a metros de la casta de los lavanderos lavando ropa, a metros a su vez de gente que nadaba, de gente que se bañaba con jabón, de gente que se lavaba los dientes, de gente que daba ofrendas de flores. Todo junto. No me impresionço demasiado, quizás sí las lavadas de dientes, pero el resto… basta con entender que son aguas sagradas, y de nuevo, una paz… además, creí que a la luz del dia me iba a encontrar con unas aguas espesas, pero no… con todo, el Ganges está menos contaminado que muchos arroyos montevideanos, y no hay nada de olor, ni de basura. Me encantó.

Varanasi es también conocida por sus sedas, y fuimos a una fábrica. Es increíble ver cómo seenhebra, hilo por hilo, y van apareciendo los dibujos. Una seda bien trabajada avanza al ritmo de 10 cm por día, para que se hagan idea. Las calles de Varanasi son menos congestionadas que las de Delhi, y los comercios más lindos, me gustó más como ciudad. Los rickshaws son toda una aventura, además de esquivar bicicletas y taxis, hay que esquivar decenas de vacas, muy pintoresco.

Regresamos a Delhi, nos reencontramos con nuestras valijas grandes que no veíamos desde nuestra partida a kathmandú (y cuántas cosas necesitaba volver a ver de esa valija!), y partimos a Agra, a 200 km. Nos tomó casi 7 horas llegar, eso ya dice todo del tránsito carretero indio. Hicimos una fiesta festejando el cumpleaños de Pacha para llevarlo adelante.

Agra tiene muchos edificios históricos interesantes, pero ya sabemos el destacado: el Taj Mahal. Uno lo ve en las fotos y piensa que es hermoso, pero las fotos no le hacen justicia. El trabajo en mármol, de piso a techo, el detalle, el color… es hermoso desde lejos y visto con lupa, no hay detalle que no sea increíble. El único problema: 49ºC de calor. Muchos se descompusieron (si no venían mal de antes) y tuvimos que cancelar la visita al Fuerte Rojo, planeada para el mediodía (¡). Descanso, recuperación, y encaramos a Fatehpur Sikri, ciudad que fue habitada sólo durante 17 años porque se les acabó el agua. Ya ahí el calor fue más tolerable, muy bonito.

Resumiendo: no estamos preparados para los grandes calores, las comidas picantes y las aguas no potables de la India (y eso que yo fui de las pocas que se fue olímpica, 0 malestar). Todos reconocieron que de no haber estado tan incómodos, India hubiera sido excelente, porque la belleza de los edificios, los colores y la gente son todo un paisaje. A mí me gustó mucho, la experiencia de haber estado en la India es impagable, y muchos dicen que todo bien,pero no volverían. Yo no estoy tan segura si diría que no a regresar.


sábado, 27 de junio de 2009

Desde los Himalayas

Nepal es seguramente el país más pobre de mi itinerario, y no sabía qué esperar.

Llegamos al suelo nepalí con aplausos, pero fue porque creímos que no sobrevivíamos al aterrizaje. El aeropuerto de Kathmandú, ciudad capital, es comparable a la terminal de buquebus de Colonia. Es todo así, pequeño y artesanal. Kathmandú es una ciudad extensísima y con millones de pobladores, pero uno la transita con la sensación de estar en un pueblo. Las calles son angostas, no hay veredas, hay mucho polvo, el agua corriente sale marrón y la luz eléctrica se corta cada tanto… ¡me encanta!

La pobreza es general, pero no es tan extrema como en India, hay necesidades pero no miseria. Creí que no existía tránsito tan ruidoso como en China hasta que llegué a la India… pues bien, me equivoqué de nuevo. Acá la única norma de tránsito es “no molestar y dejar pasar”. Podés circular por la derecha, la izquierda, el medio… y también estacionar. Pero, te pueden tocar bocina para que te corras si estorbás el paso. Te tocan bocina para pasar, para tratar de pasar, cuando ya te pasaron, para saludarte, para avisar que pasan.. para decir que existen. Es imaginar el peor congestionamiento o manifestación de 18 de julio… pero sin parar, y las 24 horas del día. Llega un punto en que ensordece.

A pesar de su poca infraestructura, tienen muy presente que el turismo es su mayor fuente de ingresos, y lo explotan a través de 3 ramas: el tursimo espiritual, hinduismo, budismo, Tibet; el turismo aventura, deportes extremos e Himalayas; y turismo… “narcótico”, en vista que las drogas son legales. Hay tres agencias de turismo mínimo por cuadra, pero de nuevo,todo con un tinte artesanal.

Dado que estaba en el grupo que se quedaba en Nepal 6 días, decidí ser una más de esas turistas: hicimos rafting y safari. El rafting estuvo excelente, pero lamento decir que no hay fotos (bastante con que mojé los pasaportes). Al principio, cuandonos daban las instrucciones de qué hacer si nos caíamos del bote, miraba las aguas calmas del rio y pensaba “qué chantas”, pero la verdad tuvimos que hacer uso de ellas: una ola casi nos voltea y 3 de las 4 personas del lado derecho del bote cayeron al agua: Virginia, Micaela y Silvia, la docente. Yo iba del lado izquierdo, en realidad caí pero dentro del bote, y empujé a la pobre Virginia al agua.Fue una situación de caos, perdimos remos, pero rescatamos a Virginia. Micaela fue rescatada porun kayak que estaba para dar apoyo y fue temporalmente adoptada por un bote de israelíes, y Silvia, con su propio remo y el de Vir, fue rescatada por otro bote de arquitectura. De todas maneras, lo extremo no fue navegar el río, sino ir y volver de él. Las leyes del tránsito de la ciudad no cambian en la montaña, pasa el que llega primero, a bocinazos, por el costado que venga mejor. La diferencia con la ciudad es hacerlo a escasos centímetros del precipicio. Eso de no rebasar en las curvas es algo que no tienen como norma de seguridad y sentido común…

Fuimos a la reserva de Chitwan a hacer safari, y al principio nos creímos timados, en el safari a pie sólo vimos unos pocos monos que bien se pueden ver en la ciudad, y nos habían dicho que el río donde paseamos en canoa tenía cocodrilos, y solo vimos algas… al regresar, nos bañamos con los elefantes y en el medio del baño ¡un cocodrilo en el agua! Por cierto, los elefantes son muy grandes y redondos… no es que no lo supiera, es que no se me había ocurrido antes de subirme a uno, que realmente no hay lugar de donde agarrarse.. Al día siguiente hicimos safari a lomo de elefante pero de a 4 en una cajita, asi que no había peligro de caer. Vimos monos de nuevo, pero también jabalíes, ciervos, antílopes y rinocerontes… asi quesí fue un safari!

No todo fue aventura en Nepal, fuimos a Patan y Bhaktapur a visitar los templos hinduistas, y a la stupa de Bodhnarth para las ceremonias budistas. Mucha gente es de ambas religiones a la vez, porque el budismo no cree en dioses sino en filosofías de vida y por ende no se contradice con los dioses hindúes.

Contrario a lo que todos creímos, dejamos Kathmandú con mucho pesar. Nos sentimos muy a gusto, la gente era agradable, con 5 dólares eras el dueño del mundo y la ciudad, con su caos y su ruido, tenía una escala que nos encantaba. Buen recuerdo de Nepal.


miércoles, 17 de junio de 2009

la tierra de Brahama

"¿India? ¿estás segura?".


Pues sí, llegué a India, el destino quizás más controversial de mi viaje.


Sólo estuve un par de días en Delhi, y me gustó, aunque no tiene realmente nada como para que me guste, de hecho, esperaba una parte rica wow y una parte pobre,,, y nunca hubo una parte rica wow. De todas maneras me sentí bien, las personas son respetuosas y se visten con colores tan alegres... son alegres, aunque sean pobres, y les encanta sacarse fotos, ya van a ver.


Los olores son MUCHO peores en China, supongo que al no tener grandes expectativas, las superé fácilmente. Visité una mezquia musulmana, el mausoleo de ghandi, un templo hinduista y un par de cosas más representativas de Delhi. Ahora me quedo en Nepal 6 días y me vuelvo a India a hacer Agra y Varanasi después.


Los calores son imponentes, pero se bancan con mucha agua (siempre controlando que sea embotellada sellada). Solo me agarré una mini diarreita pero porque no me avivé de pedir sin hielo mi vodka con pomelo de la fiesta de la piscina. La comida es hiper picante y cuando uno cree que se acostumbró... muerde algo nuevo que desmorona todo.


El tránsito en Delhi es caótico, circulan por la izquierda... y por cualquier lugar que puedan pasar. Las bocinas son usadas para todo, para pasar, para estar quieto, para insultar, para saludarse, para decir que estás en un vehiculo. Con Vir, Estefa y María nos subimos entre las 4 a un rickshaw, esos taxis motos, y fue una gran experiencia de supervivencia y adrenalina..


Me falta más India por ver, pero me ha quedado de sandwich con Nepal. Por lo pronto, puedo decir que es pobre y no es linda, pero tiene algo... que te hace sentir bien,de alguna manera. Capaz es porque venía de China... creo que habrán notado que los chinos NO me han simpatizado para nada!


domingo, 14 de junio de 2009

Hong Kong NO es China

Cuando llegamos a Hong Kong, enseguida pensamos "¿qué cuernos hicimos tanto tiempo en Shanghai?". Hong Kong NO es China, en ningún sentido: tienen su propia moneda, hacen migración como si fueran un país aparte, y se nota que son criados por ingleses: son chinos amables, angloparlantes, y sobre todo, ¡sin olor! Circulan por la derecha (pero estos sí saben manejar). Sin ir más lejos, estoy accediendo a mi blog para escribirles, así que hasta está por fuera de la censura China.

Curiosamente, Hong Kong es una rara mezcla de la ciudad de Blande Runner... con Río de Janeiro. Está llena de rascacielos, puentes y autopistas altas, y a la vez es tropical, llena de vegetación, morros y con costas de aguas cristalinas.

Comer es barato, trasnportarse carísimo... y lo demás, normal. Es un mito eso de que Hong Kong es un paraíso de consumo, hay mucha oferta (y mucha cosa cheta!), pero a precios no tan convenientes. De hecho, es como una Punat del Este de Asia, es una gran ciudad pero con claro perfil de balneario, y es la ciudad de Asia con el espectro racial más amplio que he visitado hasta ahora: europeos, yankis, africanos, hindues, arabes... de todo.

Todos se lamentaban el estar acá menos de 20 horas, y yo me sorprendía porque para mí estábamos un día y medio; resultó que la inmensa mayoria de la generación se iba al mediodía de hoy, y unos poquitos rezagados (y diría afortunados) nos vamos a medianoche, asi que lo aproveché más que bien, adoptada por Meche, Damian y Silvina, ya que me quedé solita. Una lástima haber estado tan poco tiempo, daba para más.

Nos vemos en India!

Shanghai

Ya estoy en Shanghai. Shanghai es la ciudad que más rápido crecimiento de China,literalmente están demoliendo para construir rascacielos cada vez más extravagantes. En 2010 va a ser la expo Shanghai y quieren mostarle al mundo la ciudad primermundista que es… Creo que no van a lograrlo a menos que saquen a los chinos que viven en ella. Tanto acá como en Beijing, escupen, eructan, y tienen un olor…

Nos pasamos diciendo en Japón “estos chinos…” y ahora decimos “estos ponjas!”, jajaja! Pero no tienen nada que ver. Fisicamente hablando, los japoneses son más blancos, y los chinos tienen las narices más chatas y las caras más redondas. Y nada que ver tampoco las maneras de ser. El chino es más expresivo, para bien y para mal: grita, gesticula, rie, hace demostraciones públicas de afecto… es más parecido a nosotros, pero con un tinte extra de grosería y bastante suciedad.

Prueba de esto es la Villa Olímpica. A menos de un año de su inauguración, me encontré con cosas deterioradas y sucias, y eso que siguen hablando de las Olimpíadas como si fueran aún un tema de actualidad. Creo que ni en Uruguay, con lo dejados que somos a veces, dejaríamos el estadio nuevo con los baños tan rotos y el edificio de las piscinas tan sucio (es vidrio!! Popr favor…)

La Muralla China fue un paseo increíble… y agotador. Sabia que era grande, sabía que era larga, y sabía que nunca iba a recorrer toda su extensión, pero no creí nunca que un solo tramo fuera tan difícil de hacer!! Yo que me he quejado de las pirámides mexicanas… los escalones son todos diferentes entonces uno nunca puede agarrar un paso, y hay pendientes tipo rampa que sin agarrarte… te vas! Ya me di mi porrazo sin graves consecuencias, con este y el de la escalera mecánica de la Umeda Tower en Osaka, junto un porrazo por país visitado, jejeje!

Shanghai es una mezcla muy interesante de edificios super altos y hi-tech, y callejuelas de casas humildes que cocinan y lavan en las calles. El smog es imponente, a 2 cuadras los rascacielos ya se ven borrosos! En las callecitas ofrecen comida, pero no me animépor cuestiones de salubridad. En Beijing, en cambio, con Pacha y Jorge probamos comer chicharra, escorpión y una carne que nunca supimos de qué bicho era, pero era más pimienta que otra cosa… lo mejor por lejos fue el escorpión.

A diferencia de Japón, se ven muchas familias en las calles… y es triste, pero cierto: el 80% de los niños que veo son varones. No es redituable para una familia china que su único hijo sea mujer, asi que abortan o dan en adopción a las niñas. Debo decir igual que vi más de una familia que tiene tranquilamente 2 y hasta 3 hijos. Los varones de uno o dos años de edad usan unos pantalones todos abiertos abajo, de modo que si tienen alguna necesidad que hacer, es solo agacharse en la calle.. me parece super antihigiénico tanto para la ciudad como para el mismo niño… o sus padres, hoy mismo vimos cómo un varoncito le arruinó los zapatos a su padre…

El sábado parto para Hong Kong, la China que no es China… ya veremos qué tal!


Beijing

Hola! estoy en beijing, y acá si que se perdió toda la estructura y perfeccion japonesa, son caóticos de verdad!!
Acá si cruzás con roja, que se puede, te atropellan. Y si cruzás con verde, también. Son ruidosos, gritones y tocan toda la bocina que no oia en Japón. Aún no los comprendemos bien, peroes un descanso a la hiper estructuración japonesa.
Estuve en la ciudad prohibida y es increible, superexrensa y para mi, fascinante. Tomó todo el día. Mañana me voy a la muralla. Me encantarñia ver a los soldados de terracota, pero están muy lejos para mis escasos días en beijing...


miércoles, 3 de junio de 2009

Osaka

Fukuoka pasó por mi itinerario sin pena ni gloria. Es que es difícil competir contra un gigante como Tokio, pero debo decir que Osaka la rema bien. Es una ciudad linda, con movimiento, y por estar entre ríos tiene puentes y reflejos, y, como todo en Japón, luz, mucha luz. Los japoneses de Tokio y los de Osaka están hechos definitivamente de distinta madera: los de Tokio son cubitos hiperestructurados, incapaces de romper reglas, y siempre marchando a mil sin parar. Los de Osaka van más tranquilos por la vida, pero te cruzan con roja, y rompen reglas.

Caminando por la vereda Sole, Carla, Caro, Celso y yo, pasó un ciclista que golpeó a Carla a toda velocidad. Cuando ella reclamó, él frenó y se bajó furioso de la bici, insultando. Celso le hizo frente pero por suerte lo convencimos de que quedara por esas, porque el Japonés estaba realmente pasado. Las bicicletas suelen ir por las veredas y es un problema para nosotros que no estamos acostumbrados, pero justo en ese sector de la ciudad, separada por un generoso cantero, estaba la ciclovía. O sea, el ponja estaba en infracción. En Tokio es algo inimaginable.

En general, igual, son super amables y quieren ayudarte a toda costa, pero es sorprendente su nulo sentido de la orientación. No entienden los planos de las ciudades en las que viven, no tienen noción de las distancias y desconocen edificios importantes (ejemplo: una universidad) que están a 5 cuadras de nuestra posición.

Visitamos Kyoto, una ciudad no tan vecina pero a 10 minutos en tren bala, y estaba linda también, es famosa por sus templos sintoístas y algunas obras de arquitectura moderna.

Me queda un día y medio ya de Japón, en la tarde del viernes ya acampo en el aeropuerto para tomar el vuelo a China… Ya veré qué esperar de China. Estoy muy acostumbrada a la limpieza, la puntualidad, la amabilidad y a estar super segura por la calle, con cámara y billetera de una manera que jamás estaría en Montevideo. Ya sabremos…

lunes, 1 de junio de 2009

cara a cara con la bomba A

Fuimos a Hiroshima, y para mi fue realmente fuerte. Hiroshima es hoy por hoy una ciudad japonesa como cualquiera, prolija, organizada y pulcra. En el medio está el Parque de la Paz, en donde se concentra todo lo que recuerda a la bomba atómica. Fuera de ese recinto, la vida sigue en Hiroshima.

Dentro de él, lo primero que anuncia lo que estás por ver es el duomo de la bomba atomica, edificio emblemático que sobrevivió a la explosión. Si no supieras, parecería ser un edificio derruido por el tiempo y el abandono, como tantos que hay en Montevideo. Pero pensás que fue una destrucción de un segundo y te da escalofríos.

Realmente me sorprendí con el perfil del museo del Centro de la Paz. En vista que quedaron pocas fotos y objetos como testimonio de lo que alguna vez fue, habla de la historia antigua de la ciudad. Luego habla del porqué de la Guerra Mundial, el rol de Japón, y el porqué de la bomba, de usarla en Japón, y de usarla concretamente sobre Hiroshima. Es todo bastante objetivo, EEUU,Inglaterra y Rusia se comen algunos palos, pero es que no tienen cómo eludirlos, los japoneses no agregan nada. Pensé que el mensaje sería "pobrecitos nosotros", pero apunta a la conciencia del uso de armas nucleares y a una muy fuerte campaña para el desarme nuclear. Es un "nunca más repitamos el error", es más mirando al mundo que a ellos, y más al futuro que al pasado.

De tarde nos mandamos a la isla de Miyajima y vimos el Santuario de Itsukushima. Una tardecita preciosa de primavera, un mar hermoso, unos paisajes divinos... y unos bambis hambrientos que nos atacaban fueron la receta justa para levantar el espíritu, fue una tarde lindísima. Se nota que el perfil de Miyajima es de balneario, me recordó (salvando las obvias diferencias) a Puerto Varas, Chile. Fue la primera ciudad que vi sin grandes marquesinas ni edificios, es una ciudad pequeña rodeada de montañas y costa. Hermoso.