martes, 1 de septiembre de 2009

Helsinki

Se puede decir que estuve en Finlandia dos veces, ya que tuve que estar en Helsinki para entrar a Rusia. Lemntablemente, la ciudad no me causó buena impresión, me pareció sobredimensionada para lo vacía que se veía, y la gente tenía pintas raras, no eran tan lindos como los suecos y tienen una onda... mezcla skaters y los jóvenes de Harajuku, en Tokio (gente prácticamente disfrazada, cualquier cosa es sólo volver a ver las fotos de japón).

En vista de que había estado en Helsinki unas pocas horas, esperaba que a mi regreso de Rusia me causara una mejor impresión. Digamos que mejoró, pero no demasiado. para ser justos, tampoco estuve en la ciudad demasiado tiempo esta vez. Me pareció más movida esta vez, menos vacía, pero sigue sin cerrarme. Los jóvenes son todos raros, como había dicho antes, y hay mucho graffiti, como que no tienen nada que ver con sus vecinos escandinavos, prolijos y elegantes. Resulta que nuestros hermanos papeleros tienen una onda más rebelde, desprolija, aunque claro, los que van a Uruguay nos resultan gentlemenen comparación, o quizás sea porque son demasiado rubios y ya nos parecen más civilizados. Lo cierto es que helsinki tiene mucha cultura alternativa y bastante basura, y le falta el encanto de las capitales vecinas con sus canales y castillitos vikingos. La verdad, no me explico el por qué de tanta diferencia, pero bueno, a pesar de llamarse entre ellos hermanos vikingos, la verdad que los finlandeses tienen marcadas diferencias en su manera de ser con los demás, y su ciudad capital es un reflejo de eso.


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