domingo, 14 de junio de 2009

Hong Kong NO es China

Cuando llegamos a Hong Kong, enseguida pensamos "¿qué cuernos hicimos tanto tiempo en Shanghai?". Hong Kong NO es China, en ningún sentido: tienen su propia moneda, hacen migración como si fueran un país aparte, y se nota que son criados por ingleses: son chinos amables, angloparlantes, y sobre todo, ¡sin olor! Circulan por la derecha (pero estos sí saben manejar). Sin ir más lejos, estoy accediendo a mi blog para escribirles, así que hasta está por fuera de la censura China.

Curiosamente, Hong Kong es una rara mezcla de la ciudad de Blande Runner... con Río de Janeiro. Está llena de rascacielos, puentes y autopistas altas, y a la vez es tropical, llena de vegetación, morros y con costas de aguas cristalinas.

Comer es barato, trasnportarse carísimo... y lo demás, normal. Es un mito eso de que Hong Kong es un paraíso de consumo, hay mucha oferta (y mucha cosa cheta!), pero a precios no tan convenientes. De hecho, es como una Punat del Este de Asia, es una gran ciudad pero con claro perfil de balneario, y es la ciudad de Asia con el espectro racial más amplio que he visitado hasta ahora: europeos, yankis, africanos, hindues, arabes... de todo.

Todos se lamentaban el estar acá menos de 20 horas, y yo me sorprendía porque para mí estábamos un día y medio; resultó que la inmensa mayoria de la generación se iba al mediodía de hoy, y unos poquitos rezagados (y diría afortunados) nos vamos a medianoche, asi que lo aproveché más que bien, adoptada por Meche, Damian y Silvina, ya que me quedé solita. Una lástima haber estado tan poco tiempo, daba para más.

Nos vemos en India!

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