domingo, 23 de agosto de 2009

La capital de los zares

Tras una breve escala en Helsinki, Finlandia, salimos hacia San Petersburgo. Nuestro guía, Marcel, que es un enamorado de Rusia, nos decía que íbamos a encontrar un país único,diferente, con una identidad propia.

Personalmente, lo que más me impactaba y me costaba asimilar era el hecho de que estaba limitando por tierra con lugares lejanísimos que ya visité como China,o Japón. Las dimensiones de Rusia son una cosa increíble.

San Petersburgo fue creada por el Zar Pedro I, quien había estudiado en Amsterdam y quería para sí una ciudad con canales y también una flota armada, así que su capricho fue crear una ciudad en el margen de un río y con muchos canales artificiales.

El resultado es una especie de Amsterdam, o Venecia (que aún no conozco en persona) trmendamente sobredimensionada. Si hay algo que los rusos no conciben es la escala pequeña. Enormes edifcios, enormes puentes, enormes canales, enormes monumentos.

Si me piden un sólo adjetivo para san Petersburgo, digo: rococó. Si me piden dos, sobredimensionado rococó. Que no se me malintreprete, porque suena a que no me gustó nada, y no es eso. San Petersburgo es una ciudad llena de historia, lujo y muy bonita. El tema es, creo yo, que no puede ser distinta a lo que es. Para poner un ejemplo, en la avenida Nevsky, la principal, estaban construyendo un nuevo edificio... y en la imagen final se veía que iba a ser con la fachada barroca. Es que, un edificio con diferente altura, diferentes ventanas, diferente ritmo, rompería estrepitosamente la imagen que ya tiene esa avenida. San Petersburgo, o al menos su centro,va a ser para siempre barroca, no puede ser diferente.

Lamentablemente estuve pocos días, y encima con lluvia así que no pude pasear tantocomo hubiera querido. El verano de los rusos es como el de los escandinavos, mucho abrigo para nosotros, minifaldas y shorts para ellos. Una de nuestras guías, rusa, decía que el invierno pasadono fue tan cruel, sólo llegaron a ¡menos 20ºC! y que es normal llegar a menos 38... así que bueno, ellos disfrutarán su verano mientras yo me abrigo!

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