sábado, 11 de julio de 2009

Atenas

Atenas era una visita relámpago de un día, pero con un destino obligado: la Acrópolis.

Quizás fue porque había visto ya demasiadas fotos, pero era tal como la imaginé, tanto la escala como el entorno. Aún así, la encontré impresionante. El tema es que creí que los arreglos de restauración estarían terminados, y la verdad encontré por momentos más andamio que mármol. No fue para nada decepcionante, lo tomé como una inversión a futuro, porque cuando vuelva a Grecia (es el primer destino del viaje al que prometí que volvería), la voy a ver increíble.

Después fuimos al museo de la Acrópolis, para ver casi todo lo original que ya no está a la intemperie. El edificio en sí me resultó de lo más interesante, y sobre todo, muy prolijo, con pinta de nuevo… resulta que lo habían inaugurado hacía sólo 2 semanas!!

Mirando el museo, tanto Vir como yo compartimos el pensamiento, “qué bueno que vinimos acá después de Egipto y no antes”, porque tras ver las cosas del museo griego, lo egipcio no nos hubiera impresionado tanto. Para ser justos con los Antiguos Egipcios, su obra es mucho más arcaica y eso conlleva también cierta impericia técnica y menos desarrollo. Para ser justos con los griegos actuales, tratan a su patrimonio histórico con un cuidado y un respeto que no ví en Egipto, en donde todo tenía, para mí, olor a negocio.

Como admiradora de la cultura griega antigua y su mitología, puedo decir que mi tarde ateniense no me decepcionó para nada. Comomucho, me dejo con ganas de volver, y seguramente, la encuentre aún mejor cuando lo haga.


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