En la tierra del sol naciente

El viaje arrancó con un destino fuerte: Tokio, Japón.Mi primer impacto de Tokio no era lo que esperaba. La foto aérea de la ciudad es literalmente una plantación de arroz. El traslado en tren del aeropuerto al avión fue tranquilo, sin demasiada gente, y el barrio muy tranquilo también.  En nuestra primera mañana tuvimos en el parque Ueno  uno de los eventos organizados por los docentes, inflando globos  que dentro tenian un papel con el link del blog del grupo de viaje (www.metalocus.blogspot.com) . La idea era que volaran con el viento, pero la lluvia no lo permitió. Fue igual una linda experiencia de interacción con la gente, que nos miraba extrañada.

Despues de eso, Tokio se volvió un lugar de movimiento constante, masas (y en serio, MASAS) de personas caminando a paso aceleradísimo (y por la izquierda, cosa que nos trae a veces problemitas),  gente a toda hora, todo el tiempo. Y luces, muchas luces, y ruido, mucho ruido. Pero no ellos, ellos no hablan fuerte, no gritan, no tocan bocinazos. Es todo ruido artificial, saliendo de las pantallas gigantes de los edificios, musiquitas, vocecitas (todas las japonesas tienen voz nasal), etc. Parece caótico, pero es extraordinariamente organizado. Todos saben por donde circular, donde tirar la basura, donde retirar un paraguas, y dejarlo a la entrada de cada local o entrar poniendole una bolsa de nylon que se saca de un dispensador especial. Parece que tuvieron el tiempo de los siglos para pensarlo todo, TODO.

La gente es super amable, se disculpan aunque vos tengas la culpa, y se desviven por ayudarte aunque no haya chance de comprendernos mutuamente. Las japonesas de 30 años en más se visten muy bien, las  de menos de 30… no sé en qué están pensando! Algunas es mal gusto, pero muchas es un intento ya quizás muy desesperado de llamar la atención. Por ejemplo, en el parque Yoyogi  se juntan las tribus urbanas.  No se imaginen floggers, porque ese es el japonés normal. Acá se disfrazan.De mucama, de muñeca, de cosa rara, hasta de perros. Y les encanta ser elobjeto de una foto, es una victoria frente a otras “tribus”, imagino yo.

Bueno, no escribo más para no aburrir pero iré poniendo más cosas. Les dejo las fotos y siempre pueden entrar a Picasa para verlas mejor. 

 

Hasta pronto!